El cine ecuatoriano en camino ascendente

El cine es un oficio, y como tal hay que hacer para crecer

Foto: Paúl Mena Erazo


Encontrar salas de cine llenas de público interesado en ver una película de producción nacional se está volviendo frecuente en Ecuador, a la par del incremento en el número de filmes locales que llegan a cartelera.

En los últimos cinco años, el Consejo Nacional de Cinematografía de Ecuador (Cncine) ha impulsado el desarrollo de 182 proyectos, algo que, según su director, Jorge Luis Serrano, contrasta con los cuatro largometrajes de ficción que se produjeron en el país en toda la década de los noventa.

Serrano dijo a BBC Mundo que un promedio de entre 10 a 12 producciones locales llegan a las salas de cine en Ecuador cada año desde 2007.

En estos días el éxito de cartelera lo tiene el documental "Con mi corazón en Yambo", de María Fernanda Restrepo. Previamente había llegado a las salas de cine "En el nombre de la hija", de Tania Hermida. Y ahora se espera para inicios de 2012 el estreno en el país de "Pescador", la más reciente producción de Sebastián Cordero, el director de cine más reconocido de Ecuador.

La temática de este despertar del cine ecuatoriano es variada, pero gira en general alrededor de diversos aspectos de identidad y problemáticas locales. Y la respuesta del público ecuatoriano ha sido favorable. Según comentó Serrano, unas 400.000 personas acudieron a las salas de cine en 2010 a ver las tres principales películas de ficción locales estrenadas en dicho año.

¿Qué ha motivado el crecimiento?

Los expertos coinciden en que el cine ecuatoriano inició su evolución tras la llegada, en 1999, de "Ratas, ratones, rateros", de Sebastián Cordero, en un progreso que ha tenido como aspecto fundamental la expedición de la primera ley de cine de Ecuador, en 2006, y la asignación a partir de ello de recursos estatales a la producción cinematográfica local.

El Cncine efectúa, tras la puesta en vigencia de la ley, concursos públicos anuales que permiten destinar financiamiento estatal para cubrir entre el 20% y 25% del presupuesto de las producciones fílmicas seleccionadas.

Los cineastas deben buscar los fondos restantes a través del apoyo de empresas privadas, así como por medio de vínculos con otros países que permitan llevar a cabo coproducciones. En este punto, también ha sido importante la conexión con Ibermedia, un fondo de estímulo a la coproducción de películas iberoamericanas.

El Estado ecuatoriano ha invertido en los últimos años en el cine un promedio anual de US$1 millón, según afirmó Jorge Luis Serrano, quien, sin embargo, señaló que dicho monto aún está por debajo de lo que se destina para el mismo fin en otros países de la región.

Más allá de ello, otra razón del crecimiento del cine ecuatoriano ha sido el aparecimiento de una nueva generación de cineastas nacionales. En este sentido, Arturo Yépez, productor de cine y profesor del área de cine de la Universidad San Francisco de Quito, resaltó que los realizadores van mejorando sus productos conforme van efectuando nuevos filmes. "El cine es un oficio, y como tal hay que hacer para crecer", manifestó.

Por su parte, Lisandra Rivera, productora de "Pescador", dijo a BBC Mundo que el desarrollo en el país de festivales de cine internacional, como Encuentros del Otro Cine (EDOC) -que ya lleva 10 años proyectando documentales de diversos países del mundo-, "es una fuente de inspiración muy grande para que la calidad de las películas suba".

Desafíos

Pero el desarrollo del cine ecuatoriano aún enfrenta desafíos. Uno de ellos tiene que ver con los sistemas de distribución y exhibición de las películas en las salas de cine.

"Las cadenas de cine imponen sus condiciones. Si bien reconocemos que los complejos de cine están abiertos a la producción nacional, hay problemas que tienen que ver con que llegado cierto número de semanas las películas ecuatorianas son retiradas y se da preferencia a los estrenos estadounidenses", señaló el director del Cncine.

Frente a ello, Serrano plantea el establecimiento de normas legales regulatorias, que "establezcan condiciones más favorables para la producción nacional en las salas de cine".

Esta regulación, aseguró Serrano, no tendría que ver con contenidos. "El Cncine es un espacio donde se fomenta y se apoya la libre creación. Aquí los proyectos no se seleccionan por su tema, sino por la calidad de la propuesta", manifestó el funcionario, al señalar que un jurado internacional es el que elige a las propuestas fílmicas a ser apoyadas.

Por otro lado, un reto adicional para el cine ecuatoriano tiene que ver con el tamaño del mercado en el país. Frente a ello, el productor Arturo Yépez plantea el desarrollo de alianzas en la región con el fin de mostrar en varios países las películas producidas en cada nación.

Los cineastas ecuatorianos esperan entonces superar estos desafíos con el fin de llevar su éxito local a mayores ámbitos internacionales. "Estamos en el camino correcto, esto es contar historias que son muy particulares de los ecuatorianos, pero que tocan aspectos universales", concluyó Yépez.

Fuente : bbc.com

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