Eduardo Kingman Riofrío

Este tema de manos se repite en casi todas sus pinturas y eso es una de sus características principales por lo cual lo han denominado “el pintor de las manos”.



Fue un pintor, dibujante, grabador y muralista ecuatoriano, considerado como uno de los maestros del expresionismo ecuatoriano.
Síntesis biográfica
Nacido en Loja el 23 de febrero de 1913, fue hijo del Dr. Edward Kingman y de la señora Rosa Riofrio.

Luego de que su madre perdió todos sus bienes deciden mudarse a Guayaquil donde muere su hermano mayor Cesar Augusto.

Contrajo nupcias con Doña Berta de Jijón con la cual tuvo 2 hijos: Soledad y Juan Sebastián.

Estudios
Desde niño demostró su gusto por pintar y fue por esto que al término del primer curso de la secundaria decido cambiarse a la Escuela de Bellas Artes de Quito.

Fue matriculado en la escuela anexa al Normal Juan Montalvo donde realizó la primaria, pero como dibujaba desde niño, al terminar el primer curso de secundaria en el Mejía decidió cambiarse a la Escuela de Bellas Artes y allí siguió tres años con Víctor Mideros, que "pasaba de una pintura indigenista estilizada hacia regiones de simbolismo convencional e ilustración bíblica colorista y efectista, con predilección por lo escatológico". Igualmente el escultor Luis Mideros influía sobre el gusto semiclásico reinante, y sus alumnos se rebelaban contra esas formas alejadas de la realidad y hasta domesticadoras, sin que por ello renunciaran al arte del maestro. Otros profesores como Pedro León y Camilo Egas también eran pintores notables.

Trayectoria artística
En su carrera como pintor expreso sus ideas político-sociales en el cual demostraba el dolor y maltrato indígena, en sus pinturas hubo algo que sin duda lo hizo célebre fueron las grandes y poderosas manos de sus personajes lo cual representaba el símbolo desosegado de su fuerza. Este tema de manos se repite en casi todas sus pinturas y eso es una de sus características principales por lo cual lo han denominado “el pintor de las manos”.

En 1933 expuso con Antonio Bellolio en la última muestra de Allere Flamma de ese año, algunos "barrios obreros y retratos desafiantes". Al año siguiente hizo grandes cuadros que envió al Salón Municipal 'Mariano Aguilera" de Quito, donde un jurado intenso los rechazó, declarando desierto al salón de 1935. En 1937 fue secretario de la Escuela de Bellas Artes. En 1938 expuso en Bogotá. El 1940 en el Museo de Arte Moderno de New York adquirió su óleo "Los Chucchidores".

Para entonces vivía en Quito nuevamente y alternaba con gente de izquierda como Benjamín Carrión, Alejandro Carrión, Pedro Jorge Vera y Pablo Palacio. Carrión había estado en México y admiraba los murales de Rivera, cuya escuela de pintura abandona la delicadeza y el detallismo para conseguir la belleza a través del efecto rudo de una verdad descarnada, en muchos casos denunciadora de una injusticia, que en el dibujo acentuaba lo que se quería decir. Kingman ya había pintado al indio, pero entonces comenzó a ahondar en la interioridad de esos seres sojuzgados por siglos, solitarios, empobrecidos, acobardados, y por esos caminos también trató lo urbano, con su carga mestiza, chola y popular. El 1942 exhibió en la muestra de arte contemporáneo de los países andinos en el Newark Museum de San Francisco y en el Museo de Bellas Artes de Caracas donde el público pudo admirar 22 grandes óleos y 14 acuarelas que arrollaron por su "hirviente crudeza, gran contenido humano y fuerza emocional".

Su estadía en los Estados Unidos de casi cuatro años no significó nada al artista que estaba formado y tenía técnicas y objetivos propios. Después ha opinado que hasta reniega de ella, como también de un período abstracto por el que anduvo en los años 1956 al 1959. En enero del 1948 dictó una Conferencia en el Centro Ecuatoriano-Norteamericano de Quito. Para ese tiempo ya tenía discípulos y seguidores. Guayasamín uno de ellos, el mejor de todos. En marzo se posesionó del cargo de Director del Patrimonio Artístico Nacional e inició el primer Catálogo del Museo de Arte Colonial.

En 1949 expuso en dicho Museo veintiséis óleos con motivos populares y colores frescos, briosos, alegres. El mundo parecía sonreirle en brazos de la fama. Dominaba la composición, el color y su temática estaba a tono con la democracia que el país vivía, promesa de cambios y tiempos mejores; sin embargo, ni aún así pintaba mucho, pues siempre ha sido parco en sus producciones y existen cuadros que no logra terminar, otros en cambio le salen de corrido, todo depende de su estado de ánimo.

Muerte
Muere el 27 de noviembre de 1997 en Quito, Ecuador a la edad de 84 años.

Murales
Hacienda "La Granja"
Cuatro murales en el ex - Ministerio de Agricultura.
En el Filosofado de San Gregorio, Quito.
Club "El Prado".
Instituto Geográfico Militar, Quito.
En el "Templo de la Patria", Quito
Reconocimientos
En 1953 1er premio del quinto salón de Artes Plásticas
El 1959 ganó el Primer premio en el “Mariano Aguilera” con la pintura “Yo el prójimo”
El 1973 la ciudad de Guayaquil le concedió la medalla al mérito Artístico de la Municipalidad,
El 1975 recibió la condecoración Nacional al Mérito con el grado de Comendador.
Condecoraciones
"Estrella de Octubre", Municipio de Guayaquil, 1973
Orden Nacional al Mérito en el Grado de Comendador, Cancillería Ecuatoriana, 1975
Medalla al Mérito Atahualpa en el grado de Caballero, Ministerio de Defensa, 1984
Declarado "Lojano Ilustre", Municipio de Loja, 1986
Nominación de la Sala Eduardo Kingman R, Casa de la Cultura, Quito, 1986
Premio Eugenio Espejo, 1986, Máximo Galardón Nacional a la labor cultural.
Doctorado Honoris Causa", Universidad de Loja, 1987.

Fuente : ecured.cu

Eduardo Kingman Riofrío

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