Breve historia del Dúo Benítez Valencia
Fidel
Pablo
Guerrero
Los
antecedentes
del
Dúo
Benítez
Valencia
giran
en
torno
a
tres
circunstancias
interrelacionadas;
una
de
ellas
es
que
Gonzalo
Benítez
(Otavalo,
1915-
Quito,
2005)
y
Luis
A.
Valencia
(Quito,
1918-1970)
estudiaban
para
normalistas
en
el
Colegio
Juan
Montalvo,
en
donde
se
conocieron
y
en
alguna
ocasión
cantaron
juntos
en
una
programación
estudiantil
en
los
años
30’s;
la
otra
situación
es
la
conformación
del
grupo
Alma
Nativa
cuya
dirección
estaba
a
cargo
el
músico
otavaleño
Guillermo
Garzón
y
sus
integrantes
eran
Corsino
Durán,
Marco
Tulio
Hidrobo,
Bolívar
Ortiz,
Carlos
Carrillo
y
Gonzalo
Veintimilla,
quienes
–exceptuando
el
primero
de
los
mencionados
que
era
violinista-
después
se
convertirían
en
Los
Nativos
Andinos,
un
cuarteto
de
guitarras
excepcional.
Gonzalo
Benítez
se
sumó
como
cantante
a
esta
agrupación
en
la
cual
hacía
dúo
con
Bolívar
“El
Pollo”
Ortiz,
así
se
grabaron
algunos
discos
de
pizarra.
Poco,
después
Ortiz
decidió
dedicarse
con
mayor
ahínco
a
la
guitarra
y
fue
entonces
que
sugirió
a
Benítez
que
buscara
a
Luis
A.
Valencia.
El
tercer
factor
que
finalmente
contribuyó
en
la
constitución
de
este
magnífico
dúo
es
el
desarrollo
alcanzado
por
los
medios
de
comunicación
radiales,
en
donde
confluye
Radio
Quito,
empresa
que
se
funda
precisamente
en
1940,
y
que
invita
a
ser
parte
de
la
planta
artística
de
la
Radio
a
varios
músicos,
ente
ellos
a
Los
Nativos
Andinos
y
al
Dúo
Benítez
Valencia;
esto
permitió
hablar
de
una
actividad
profesional
en
la
música
popular.
El
programa
que
presentaba
la
música
ecuatoriana
en
audiciones
en
vivo
era
“Canciones
del
alma”,
que
el
público
seguía
con
gran
expectativa.
Así
es
como
empieza
una
carrera
artística
de
treinta
años
de
uno
de
los
más
grandes
dúos
vocales
masculinos
de
la
música
popular
del
siglo
XX.
A
la
voz
de
Benítez,
más
aguda,
de
tenor,
con
una
gran
extensión,
se
sumaba
la
de
Valencia
un
tanto
más
grave,
de
barítono,
y
con
un
timbre
excepcional.
Manejaban
increíblemente
la
afinación,
potencia
y
elemento
expresivos
de
la
música:
crescendos
y
diminuendos
excelentes,
o
sea
cuando
escuchamos
que
la
voz
sube
de
volumen
o
baja
gradualmente
o
súbitamente,
de
acuerdo
a
la
necesidad
expresiva
de
la
canción,
lo
cual
permitía
saber
exactamente
dónde
estaba
el
clímax
de
la
pieza
musical.
A
veces
me
parece
que
el
Dúo
Benítez
Valencia,
fue
en
realidad
un
trío,
pues
permanentemente
estaban
acompañados
de
la
guitarra
excepcional
de
Bolívar
“El
Pollito”
Ortiz.
Benítez
contaba
que
Ortiz
era
un
hombre
callado,
“pero
cuando
hablaba,
hablaba
sentencias”,
además
de
una
digitación
firme
y
segura
y
de
un
hermoso
timbre
guitarrístico
Ortiz
era
un
gran
improvisador,
cada
vez
que
nos
presentábamos
–
nos
narraba
Benítez-
modificaba
los
adornos
a
lo
largo
de
la
canción
y
siempre
quedaban
bien,
el
siguiente
adorno
siempre
era
mejor
que
el
primero”.
La
calidad
de
este
artista
se
puede
vislumbrar
escuchando
los
disco
Oye
mujer
y
las
grabaciones
que
hizo
en
la
Embajada
norteamericana
el
ingeniero
de
sonido
Emory
Cook
(1913-2002)
en
1958,
y
cuyos
parientes
cedieron
los
registros
al
Instituto
Smithsonian
(EEUU).
Aunque
Gonzalo
Benítez
sabía
acompañar
bastante
bien
con
la
guitarra,
generalmente
era
Luis
Alberto
Valencia
quien
hacía
la
segunda
guitarra
y
Bolívar
Ortiz
tenía
a
su
cargo
la
primera
guitarra,
haciendo
las
introducciones,
los
estribillos
y
adornos
a
lo
largo
de
las
piezas
musicales.
Otra
cuestión
digna
de
mencionarse
es
que
alcanzaron
a
realizar
una
gran
suma
de
registros
sonoros;
nosotros
logramos
compilar
más
de
seiscientas
piezas
musicales
grabadas.
Ese
permitió
ratificar
definitivamente
el
cancionero
o
el
repertorio
llamado
de
“música
nacional”.
El
pasillo
llegó
a
su
cúspide
con
estos
intérpretes
y
los
ritmos
ecuatorianos
como
sanjuanitos,
danzantes,
tonadas,
pasacalles,
albazos
y
otros
que
les
entregaban
los
nuevos
compositores
populares
de
su
época,
tuvieron
el
espacio
para
divulgarse
y
popularizarse.
En
buena
medida,
lo
que
vino
después
fue
un
seguimiento
o
una
emulación
a
lo
que
se
fue
forjado
alrededor
del
Dúo.
Las
piezas
que
originalmente
grabaron
los
Benítez-Valencia
eran
regrabadas
en
múltiples
versiones,
aunque
también
hay
que
señalar
que
se
creó
una
especie
de
escuela,
indirectamente,
de
buscar
nuevos
valores
de
la
creación
para
alcanzar
éxito
con
las
mejores
interpretaciones.
Otra
faceta
de
estos
intérpretes
es
su
aporte
como
compositores.
Quizá
la
pieza
que
más
revuelo
ha
causado
por
la
historia
que
se
creó
a
su
alrededor
y
por
la
participación
bohemia
de
varios
artistas:
pintores
y
escritores,
ha
sido
Vasija
de
barro
(danzante),
pero
sin
duda
fueron
muchas
otras
piezas
las
que
nos
dejaron
estos
artistas
que
son
de
gran
calidad.
Del
“Patojo”
Benítez:
Calles
quiteñas
(albazo),
Caminando,
caminando
(sanjuanito),
y
la
famosa
Vuelta
del
chagra,
que
es
reclamada
en
su
parte
musical
como
una
pieza
de
origen
imbabureño
que
existió
alguna
vez
y
se
llamó
el
Canchano
vago
(Dónde
estás
José
María,
que
no
te
veo...)
y
que
en
su
cambio
Benítez
escribió:
Empeñando
el
sombrerito
me
voy
volviendo...
Por
su
parte
el
“Potolo”
Valencia
nos
dejó
los
clásicos
pasillos
Acuérdate
de
mí,
Canción
azul
y
la
parte
musical
de
la
tonada
Leña
verde,
entre
muchas
otras.
Ciertamente
que
el
dúo
causaba
y
creo
que
causa
todavía
algunos
apasionamientos
entre
sus
fanáticos;
he
escuchado
a
“Gonzalistas”
y
“Potolistas”,
dándoles
el
crédito
de
mejor
cantante
a
cada
uno
de
sus
ídolos.
Es
mi
parecer
que
aquella
individualización
jerárquica
no
es
lo
importante,
ni
siquiera
aquella
la
simpatía
que
llegó
a
tener
“El
Potolo
Valencia”,
como
el
personaje
bohemio
y
dicharachero
del
dúo
“con
la
voz
inigualable”.
Cada
uno
de
ellos
grabaron
con
otros
compañeros
en
dúo
mixto
(Azucena
Durán,
Carlota
Jaramillo),
así
como
también
como
solistas
y,
si
dejamos
pasiones
a
un
lado,
nos
percataremos
que
ninguno
triunfó
radicalmente
con
los
otros
dúos
ni
como
solistas,
como
sí
lo
hicieron
como
dúo.
El
empaste
de
sus
voces
y
el
manejo
que
hicieron
de
ellas
como
complemento
vocal
en
la
música
ecuatoriana
es
su
aporte
mayor.
En
fin…
siempre
habrán
diferentes
apreciaciones
sobre
de
cada
uno
de
los
integrantes,
pero
sin
duda
nadie
negará
que
la
música
grabada
por
el
Dúo
Benítez
Valencia
constituye
hoy
un
referente
patrimonial
de
las
expresiones
populares
del
siglo
XX.
Fuente: soymusicaecuador.blogspot.fr
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