Ulises Estrella Moya

Poeta, dramaturgo, narrador, ensayista y director cinematográfico ecuatoriano, nacido en Quito el 4 de julio de 1939. Es una de las figuras más destacadas de la intelectualidad ecuatoriana del último tercio del siglo XX.

Volcado desde su temprana juventud hacia el Arte, las Letras y los saberes humanísticos, cursó estudios superiores de Letras en la Facultad de Filosofía de la Universidad Central, donde entró en contacto con otros jóvenes creadores alentados por sus mismas inquietudes estéticas. Junto con algunos de estos compañeros de estudios, Ulises Estrella fundó, en 1961, el Movimiento Tzantza, nombre tomado de la voz que los jíbaros aplicaban a la cabeza reducida según sus milenarias técnicas. Los artistas y escritores enrolados en este movimiento (muy pronto conocidos como los tzántzicos, es decir, los "reductores de cabezas") hacían gala de una mentalidad abierta, transgresora y rupturista que, decidida a acabar radicalmente con el academicismo tradicional, postulaba la necesidad de "reducir la cabeza de lo falsamente engrandecido".

A pesar de no ser el más provocador del grupo -papel que cabría atribuir a Rafael Larrea o a Alfonso Murriagui-, Ulises Estrella pronto se erigió en la figura más representativa del Movimiento Tzantza, convirtiéndose así en un fecundo animador de la vida cultural quiteña, papel que habría de continuar desempeñando a lo largo de toda su vida. Así, en 1963 fue uno de los principales impulsores de la Asociación de Escritores y Artistas Jóvenes, en cuyas filas pronto militaron más de doscientos artistas e intelectuales ecuatorianos. Y, cinco años después, participó de forma activa en la creación del denominado Frente Cultural (1968-1979), movimiento que, en poco más de un decenio, contribuyó a la gestación de numerosos proyectos relacionados con la literatura, el teatro, el cine y la investigación socio-cultural.

Al cumplir los cuarenta años de edad (1979), Ulises Estrella fue elegido Miembro del Comité de Cineastas de América Latina y de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Y dos años después, en colaboración con otras destacadas personalidades del mundo del cine, fundó la Cinemateca Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (1981), en la que ocupó el cargo de director. Además, en 1990 fue nombrado director del Proyecto de Educación por el Arte, un ambicioso programa basado en las propuestas filosóficas del escritor y crítico británico Herbert Read, profesor de Bellas Artes en la Universidad de Edimburgo y promotor de las nuevas corrientes vanguardistas surgidas en el Reino Unido.

Miembro del Consejo Superior de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Ulises Estrella es autor del largometraje Cartas al Ecuador (1980). Tanto en su obra cinematográfica como en su producción literaria ocupa un lugar preeminente la riqueza histórica, cultural y sociológica de su propio país, y, de forma muy señalada, de su ciudad natal, cuyas calles, plazas y demás áreas públicas se convierten en las auténticas de muchas de sus obras. Tanto es así, que este polifacético humanista quiteño creó y mantuvo durante muchos años la cátedra de Quitología, un marco académico informal en el que tienen cabida y reciben apoyo todas las iniciativas encaminadas a poner de relieve la presencia de Quito en el Arte, el Cine, las Letras, etc. Él mismo impulsó, dentro de dicho marco, el denominado "Proyecto Quitológico", que sirvió de lanzamiento de varios vídeos experimentales centrados en personajes emblemáticos de la capital ecuatoriana (como Manuela Espejo, la Virgen de Quito, Cantuña, etc.).

Su labor como promotor del cine hispanoamericano ha sido tan destacada que, en mayo de 2006, las autoridades culturales de Malasia, acompañadas por el embajador ecuatoriano en dicho país, inauguraron en Kuala Lumpur la cinemateca "Ulises Estrella", destinada a proyectar todas las semanas un filme distinto realizado por algún cineasta de habla hispana (y, ocasionalmente, italiana y portuguesa).

Obra
En su faceta de escritor, Ulises Estrella ha publicado los poemarios Clamor (Quito, 1962); Ombligo del mundo (Quito, 1966); Convulsionario (Quito, 1975); Aguja que rompe el tiempo (Quito, 1980); Fuera del juego (Quito, 1983); 60 poemas (Quito, 1984); Interiores (Quito, 1986); Furtivos, poemas furtivos (Quito, 1988); Peatón de Quito (Quito, 1994) -edición bilingüe-; y Mirar de frente al sol (Quito, 1997). Además, a comienzos del siglo XX, reunió una selección de sus mejores composiciones en la antología titulada Digo, mundo (Quito: Libresa, 2001). Por lo demás, sus poemas más logrados figuran en las principales muestras antológicas de la lírica ecuatoriana e hispanoamericana contemporáneas, como La novísima poesía latinoamericana (México, 1982); Lírica ecuatoriana contemporánea (Bogotá, 1979); Quito: del arrabal a la paradoja (Quito, 1985); Poesía viva del Ecuador (Quito, 1990); y, entre otros volúmenes similares, Memorias del II Festival de Poesía Eskeletra'98 (Quito: Libresa, 1998).

Respecto a esta interesante producción poética del escritor quiteño -en la que, como ya se ha apuntado más arriba, cobra un papel preeminete la geografía urbana y humana de su ciudad natal-, la poetisa María Aveiga afirmó: "Ulises Estrella camina, oye, siente, desenmaraña su ciudad desde un ángulo que no es el de un peatón común. Estrella es sin duda alguna un peatón de Quito, atento, sensible, fragmentado en esos muchos mundos que tiene la ciudad, que él hace entrar a su corazón como a una catedral abierta". No es nada extraño, por ende, encontrar en todos los poemarios del autor quiteño versos con los de este fragmento del poema "Manuela ante el monumento": "En Quito nací / y quiero volver a ese vientre, / acariciar sus calles como un cuerpo, / besar poro a poro, sorber sus sales / como sexo abierto".

Ulises Estrella también ha cultivado con sumo acierto la prosa de ficción, a la que ha aportado algunas piezas narrativas tan notables como las novelas Fábula del soplador y la bella (Quito, 1995) y Quilago, la mujer solar (1999), así como la colección de relatos titulada Tiempos antes del furor (Quito, 1967). También es autor del ensayo Reflexiones de fin de siglo; del libro testimonial Memoria incandescente; y de la pieza teatral titulada Apenas este mundo (Quito, 1969).

A mediados de 2005, esta vez en calidad de editor, recogió en un interesante libro testimonial los pareceres y las confesiones de algunos de los principales protagonistas del panorama cultural e hispanoamericano de los años sesenta y setenta. Se trata de Los años de la fiebre (Quito, 2005), obra que, en palabras de uno de los viejos camaradas de Ulises Estrella en el Movimiento Tzantza -el poeta Alfonso Murriagui-, "es una memoria de lo que entonces soñábamos los que aún teníamos firmes los puños, clara la mirada y una inmensa rabia contra todo lo falso y adocenado, contra la hipocresía y el oportunismo, contra la falacia y la corrupción reinantes en el sistema".



Fuente : mcnbiografias.com