Películas ecuatorianas pusieron énfasis en el pasado

A lo largo del 2014, ocho producciones nacionales de ficción llegaron a las salas de cine del país. Para recapitular un año caracterizado por la variedad en estilos y temáticas, los directores de cada proyecto escogieron una imagen, la más representativa, a través de la cual se pueda transmitir el concepto íntimo del filme o recordar algún momento clave de su producción. Este año, la proyección fue ordenada en los cines gracias al encuentro entre autoridades, realizadores, productores y exhibidores, quienes fijaron un calendario de estrenos. Cronograma que se cumplió parcialmente, pues de los 20 estrenos previstos, entre ficciones y documentales, solo 12 se concretaron (ocho de ficción). El pasado no deja de ser la materia prima en la creación audiovisual. Directores como Diego Araujo, Juan Carlos Donoso, Anahí Hoeneisen y Daniel Andrade retomaron personajes y hechos de otros tiempos como un referente para entender las dinámicas del presente. Un mundo de contrastes como el que muestran Pablo Rivera o Bernardo Cañizares en sus cintas. La codirección fue otra de las experiencias que se destacó este año. Hoeneisen y Andrade sumaron fuerzas creativas en la producción de una cinta que adquirió el matiz y la textura de la década de los 80 con la calidad de imagen que brinda la cinta de 35 mm (ver recuadros). Fernando Moscoso, César Izurieta y Lorena Caicedo conformaron un trío que se proyectó en el tiempo para poner en escena una ciudad amurallada, de tintes futuristas y a las puertas de una revolución. Tras sobreponerse a una pérdida, Álex Cisneros concluyó el proyecto que inició con su amigo Manuel Calisto, quien falleció el 2013, con una película que llamó la atención por el tratamiento en blanco y negro. Con una historia íntima, el filme de Tito Molina fue la apuesta de este año en la preselección para el Oscar. Anahí hoeneisen y Daniel Andrade ‘Ochentaisiete’ gira en torno a este tiempo y lugar. Es en este auto donde los personajes de la historia viven momentos que los marcan por muchos años. Ahí sellan su amistad adolescente con un pacto de sangre y pasarán los últimos segundos antes de separarse para siempre. El color, las texturas y la noche refuerzan la nostalgia. Cinco cámaras de cine en diferentes ángulos, una intersección de cuatro vías, 80 personas en set, dos pilotos de riesgo... Nos preparábamos para filmar una única toma, la del choque. Diego Araujo Este es un momento central en ‘Feriado’. Juan Pablo (Manuel Arregui) se atrevió a saltar y este salto, literal y metafórico, significa un renacimiento para él: nunca volverá a ver las cosas como son. Se acuesta a descansar en la roca junto a Juano (Andrés Paredes) y cuando este cierra los ojos, Juan Pablo aprovecha para contemplarlo. Trabajo con verbos de acción: dirijo a los actores con un verbo suficientemente específico para describir su objetivo en la escena, pero también amplio para su interpretación. Álex Cisneros y Manuel Calisto Esta imagen evoca complicaciones, limitaciones, problemas y lo difícil de estar ahí y de seguir adelante. La imagen captura el espíritu de ‘A estas alturas de la vida’; una amistad rara e incondicional y también representa nuestro espíritu por filmarla. Los días que siguieron no dejaron de ser difíciles pero esta escena me trasmite la sensación de que siempre quisimos estar ahí. Ese momento tiene una atmósfera que justifica todo y me anima a pensar que el viaje y el destino son igual de importantes. Tito Molina Mi secuencia favorita es aquella donde la protagonista ‘viaja’ por la orilla del mar y la cámara se acerca lentamente hasta que sus cabellos blancos se confunden con las olas. Hay dos razones. Primero, es la que mejor expresa el tema central de ‘Silencio en la tierra de los sueños’, valiéndose exclusivamente de los elementos del lenguaje cinematográfico (imagen-sonido-montaje). La segunda razón es más anecdótica, cuando la idea surgió como una imagen mental unos cuatro años antes de iniciar el rodaje. Juan Carlos Donoso ‘Saudade’ siempre fue una película sobre la amistad. Y más allá de la amistad, sobre mis amigos en el valle de Los Chillos. Me encanta esta escena por la luz que había, porque es una escena de puro juego, como fue mi adolescencia, donde también hay erotismo ambientado en ese lugar decadente, de sueño inacabado como son las casas abandonadas del valle y mucha de su arquitectura de “ni campo – ni ciudad”. Recuerdo que esta escena es de las pocas que estuvo desde el primer borrador hasta ahora. Alberto Pablo Rivera Este fotograma representa un momento de paz y equilibrio en la mitad de ‘Sexy Montañita’. Aquí, los personajes principales están disfrutando de la noche sin imaginarse que nada más que unos tragos y una promesa de sexo podría ocurrir al final del día. La dirección de arte de David Cedeño nos dio este lindo escenario en un bar de Montañita. Los colores son cálidos, pese a ser de noche, lo cual añade vida y energía a las noches de Montañita. Como elenco sonreímos de poder hacer lo que más amamos. Bernardo Cañizares En ‘Ciudad sin sombra’, Martín y Ana comparten un destino similar: la muerte. Juntos viven una aventura de escape y salvación. ¿De qué escapan? De un sistema médico inhumano e inmoral, que pone el dinero sobre el bien colectivo. Dos personajes que comparten un momento de comunión y sosiego. Un tributo a la cinta ‘Le huitième jour’, donde George le dice a Harry: “Vamos a sentarnos y compartir un minuto para oír al mundo”. Un minuto no es nada en la vida, pero para el cine es tal vez demasiado. César izurieta y Fernando Moscoso Para Lorena Caicedo, Fernando Moscoso y César Izurieta, ‘Quito 2023’ supone enfrentarse a una distopía fílmica. En ella observamos el sufrimiento de un pueblo que encara la inestabilidad política. En la imagen del mapa de Quito confluyen muchos elementos de la película. Es esta muralla, mental, social y política la que realmente están intentando derrumbar los protagonistas. Las tonalidades, el manejo de cámara, la música y el momento son claves para crear un ambiente de tensión en el espectador.

Fuente : elcomercio.com