Pablo Palacio
Hay que anotar que una primera novela de Palacio obtuvo el primer premio en un concurso en su provincia, Ojeras de la Virgen que ha permanecido inédita y cuyos originales parecen haberse perdido.
Foto: rosanaobaco0492.blogspot.fr/
Pablo Palacio (Loja, 25 de enero de 1906 - Guayaquil 7 de enero de 1947) fue un escritor y abogado ecuatoriano.
A los quince años ganó su primer premio por su autobiografía El huerfanito.
Durante su época de bachillerato leía libros de romanticismo y modernismo. Después de graduarse en bachiller se traslada a Quito, en donde ingresa en la Universidad Central de Ecuador, con un excelente promedio, lo que alentó a su tío a pagarle los estudios de Jurisprudencia, para más tarde graduarse como abogado.
Durante su estancia en la ciudad , se convierte en poco tiempo en uno de los referentes del Partido Socialista Ecuatoriano.
Después de graduarse publica su libro Débora y Un Hombre.
Fue Decano de la Facultad de Filosofía y Letras, profesor de Literatura y Filosofía cuando Ministro de Educación Benjamín Carrión, ejerció la Subsecretaría del ramo; y, fue Segundo Secretario de la Asamblea Constituyente convocada por el General Enríquez Gallo. Además fue sub-secretario del Ministerio de Educación.
Su producción literaria se condensa en cuatro libros, patrimonio de la personalidad literaria ecuatoriana, Un hombre muerto a puntapiés (libro de cuentos editado por primera vez en enero de 1927) Débora (novela publicada en noviembre de ese mismo año), Comedia inmortal y Vida del ahorcado (1932).
Sin embargo hay que anotar que una primera novela de Palacio obtuvo el primer premio en un concurso en su provincia, Ojeras de la Virgen que ha permanecido inédita y cuyos originales parecen haberse perdido.
A partir de 1936 su inteligencia se ve mermada tempranamente por una exquisita locura que se trasluce en su obra.
Se casó en 1937, después de un largo enamoramiento, con la destacada artista Carmita Palacios.
En 1940 se le internó en el manicomio Lorenzo Ponce de Guayaquil. La cuestión de su locura se transformó en una de las grandes coartadas de los críticos que lo acallaron y se burlaron de él; pero vale aclarar que Palacio escribió todos sus textos cuando estaba cuerdo, detalle que suele ser ignorado por quienes lo critican.
Esa cualidad singular e inasimilable de su producción condujo a una serie de malentendidos y confusiones que contribuyeron a oscurecer su aporte, que sólo en las dos últimas décadas ha empezado a revaluarse seriamente: todavía estamos descubriendo a Palacio, mientras, paradójicamente, muchos de los 'realistas' de su tiempo pasan al olvido.'
Afectado por esta irreversible enfermedad, murió en el manicomio a la edad de 40 años.
Fuente : compartelibros.com
15030